Se trata de placas pasivas, que no ejercen fuerza alguna, se usan para evitar maloclusiones como retención de las piezas ante una pérdida prematura de las piezas, mantenedores de espacio, provisionales.
También diseñamos placas para evitar o reeducar malos hábitos como la interposición lingual, degluciones atípicas o succión del dedo.